"Al Ministerio Público Fiscal
Sr. Juez
Ref: Amparo Ley 23098
Cito art. 43 de la Constitución Nacional y Provincial
Muy respetuosamente me dirijo a usted con el fin de solicitarle amparo para quien suscribe César Daniel Gonzalez para mi mujer Beatriz Cárdenas y el nene Alex Hernandez de 9 años
El sábado 2 de febrero al medio día me notificaron autoridades competentes del Penal I de Viedma, en donde me encontraba alojado por cuestiones discriminatorias que no viene al caso detallar y que denunciamos oportunamente , que iba a ser trasladado al Penal III de Bariloche para usufructuar el beneficio de semilibertad transitoria laboral y por estudios universitarios.
Cuando salimos del penal de Viedma nos retiramos César, Valeria y Alex en un auto particular Corsa Gris, el chofer y un custodio, con la autorizacion del Sr. Crespo, subdirector de dicho establecimiento. Nos dirigimos hacia nuestro destino; a escasas cuadras nos corta el paso un Ford Focus del lado del frente de nuestro auto, de atrás llega otro con el mismo fin, hasta la llegada simultanea del auto particular del Sr. Crespo quien desciende del mismo para abrir la puerta del auto, junto al personal que lo acompañaba, un total de diez penitenciario. Me bajaron de los pelos el Sr Crespo y las personas que luego se suponía me cuidarían tanto a mi como a mi familia que me acompañaba.
Por razones que desconozco mediante algunos golpes habituales de parte del Sr. Crespo y Compañía me reducen injustificadamente al suelo pateándome y arrastrando también a mi mujer para luego ser esposado todo en presencia de mi mujer y su hijo de 9 años. Mi mujer en una actitud de desesperación comienza a gritar y se tira encima mio para impedir que me separen. La impotencia que sufría el que suscribe al estar esposado, incapaz de defender a mi mujer la cual recibió algunos golpes y aprovechando la oportunidad manoseos del Sr. Crespo y compañía..
En la desesperación por impedir estos abusos deshonestos provocados por parte de quienes se suponía en teoría nos protegían y el llanto desconsolado y desesperado del nene de 9 años de edad al ver arrastrada a la madre era ensordecedor en mis oídos.. Cuando logran separar a mi mujer, raspándole parte de los senos y torso y alguno que otro golpe más y raspones en la espalda me introducen al vehículo Ford Focus esposándome a la puerta y presionando a modo de tortura las costillas con sus puños uno de mis custodios en actitud de verdugo me dice al oído quedate tranquilo que a tu mujer no le va a pasar nada que no le guste. Cuando intenta acceder el otro acompañante deciden que para que ingrese y abrir la puerta es necesario que yo descienda dado que me encontraba esposado a la puerta del auto. Deciden esposarme adelante ya que en ningún momento ofrecí resistencia por el solo hecho de saber que mi traslado correspondía al beneficio que tenia de transitar. No podía existir en mi pensar y en mi sentir mas alegría que viajar del modo en el cual partimos del penal, junto a mi familia.
El chofer y un acompañante también iban en el mismo vehículo cuando me ponen las esposas adelante que es ilegal que un interno viaje con su familia, lo cual en mi ignorancia supuse el porque de semejante circo, pero que yo jamas compartiría que manoseen a mi mujer delante mio esposado y reducido al cual agrego el llanto y gritos desgarradores de su hijo de 9 años de edad.
Cuando se excusaron pude percibir que mi mujer y su hijo iban con el chofer y un custodio en un auto detrás del que me trasladaba a mi, al chofer y dos custodios mas, en el transcurso del camino yo intentaba comprender a través de semejante acto machista la perversión y el abuso de autoridad.
Por temor a que mi mujer y el nene sigan pasando un mal rato agachaba la cabeza demostrando mi sometimiento ya que ellos solamente fueron a visitarme y considerando que nunca tenemos un traslado VIP con autos de alta gama y gastos necesarios ya que solo existía el subsidio y/o viático para la nafta, el jugo de pomelo y galletitas junto a galletitas que compartían entre ellos.
Yo hacia 12 días que me encontraba en huelga de hambre en reclamo de ser atendido por algún ente y/o funcionario publico, fiscal, juez, etc. el cual nunca apareció.
Al notar la actitud pasiva que demostré todo el tiempo fuimos ganando el beneficio de poder juntarnos en dos o tres oportunidades por un tiempo no mayor de cinco minutos en el cual existían abrazos y miradas brillantes de tantas lágrimas derramadas de pura impotencia y dolor.
Supimos adaptarnos al régimen impuesto. En lo particular la deshonra, el deshonor., la imposibilidad de ayudar a mi mujer, la incapacidad, la impotencia y la angustia que sentía al percibir la cobardía escondida detrás de aquellos sutiles métodos de contener a una mujer indefensa que solo quería abrazar a su marido junto a su hijo.
Créanme que fue tan vergonzoso que solo intente durante las dos o tres veces que pudimos juntarnos para contenernos emocionalmente hacia en mi tener que bajar la mirada cada vez que veía y miraba a mi mujer ya que por dentro se me desgarraba el pecho al saber que le falle cuando mas me necesitaba.
A las nueve de la noche aproximadamente pido a quienes me custodiaban le compren un sándwich al nene que no había comido a lo que responden inflexiblemente no tener plata ni viáticos. Yo no se quien miente, si el Sr Dr. Fernando Azcoaga, subsecretario de seguridad y justicia que no envió los viáticos o si se lo repartieron entre el personal penitenciario y/o comisión; igual de todos modos no bastaba el mal trato pasado, el nene tenia que sufrir y padecer las consecuencias del hambre esta vez, por lo cual solicito ingresar junto al personal que nos custodiaba a un restaurant en Piedra del Águila. Les solicite a los dueños encarecidamente un sandwich. . Al negármelo los dueños me retiro no sin antes exponer que el Sr Azcoaga no había enviado los viáticos y que por esa razón les pedía el sandwich para el nene dado que la evidente situación no podía pagarlo.
Un hombre enviado por Dios indudablemente solicita pagar el sandwich para el nene, agradeciendo infinitamente su actitud solidaria nos retiramos del local en el mismo modo en que ingresamos.
El personal penitenciario se ofende y después de las reprimendas verbales recibidas deciden como castigo mandarme a que ingrese al auto a lo cual inmediatamente cumplo con la orden sin cuestionar. El gozo de saber que el nene comía, había apagado en mi por unos instantes la amargura vivida.
Llegamos a las 2:30 de la mañana aproximadamente para que con artimañas causadas por celular para retrasar el traslado a sabiendas que mi objetivo era hacer revisar con el médico del Penal III a mi mujer o queriendo proponer llevarla al hospital me reprimían diciendo que no eran mis choferes ni mis gatos. Tendiendo en cuenta las catorce horas de viaje que llevó el traslado con autos de alta gama y sabiendo que mi mujer junto a otras dos mujeres mas y sus hijos algunos bebes pasaron la noche en el salón de visita del Penal I de Viedma a modo de solicitar la atención de un Juez y sabiendo la situación por la que pasamos el trance, el cansancio y hambre de mi mujer y el nene se retiran para su hogar.
Retomando lo expuesto con anterioridad que junto a dos familias mas con bebitos y nenes no mayores a los diez años pasamos la noche en el salón de visita ya que requeríamos la presencia de un Juez para escuchar nuestros reclamos el cual no se hizo presente físicamente hablando, se hicieron las 9:00 hs de la mañana llega Walter, una persona que dijo ser mediador, trae las novedades de que se resolvieron nuestros reclamos fijando fecha y hora en mi caso fue extremadamente particular.
Asi, una vez llegando al Penal III la celadora del lugar dice que no me quieren en ese establecimiento lo cual no importaba ningún asombro en mi persona por razones obvias, pero aun no comprendía ya que en mi humilde lógica yo solo me conformo con que me quiera mi familia, en fin.
Del mismo modo y con mucha prepotencia nos comunica tanto a la comisión como a mi que se tomaron nuevas directivas y que tenían que trasladarme a una comisaria en Dina Huapi., la 36 para ser exacto., lo cual demuestra una vez mas la actitud discriminatoria, aquella misma actitud con la que vivo actualmente y en la cual la institución del Inadi se rehúsa a tomar mi denuncia.
En fin solicito asilo político ya que no encuentro escapatoria a todas estas negligencias, ultrajes
y abusos. Le comento que llevo 17 años preso y pagando un delito que no cometí pero que en definitiva pague mas de la mitad de la pena y demostrando a través de certificados mis logros personales alcanzados dentro de un establecimiento cerrado como lo es la U N°9 de Neuquen.
- Terminé el secundario recibiéndome como perito auxiliar en relaciones humanas
- Transcribí junto a otros compañeros la Biblia en braile obteniendo un certificado
- Certificado de auxiliar de maestro mayor de obras
- Certificado de manipulación de alimentos y ayudante de cocinero
- Certifico ser alumno universitario en la Universidad Nacional del Comahue comprobando mi rendimiento académico dos materias aprobadas: Introducción a la Historia y Prehistoria General
Rendí últimamente un parcial de antropología pero aun no recibo la nota de aprobación y me encuentro imposibilitado de poder seguir mis estudios.
- Certifico más de cinco veces repetida la conducta ejemplar 10 y concepto muy bueno
Por todo lo expuesto solicito y recurro a su flexibilidad humana y a su buen criterio el cual no dudo, intervenga de modo urgente.
Sin mas quedando a la espera de su buen proceder, lo saludo y agradezco la atención brindada.
Atte.
Cesar Daniel Gonzalez
DNI 26.645.715
Proveer de conformidad
Sera Justicia
Reservo caso federal Ley 48
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