jueves, 24 de enero de 2013
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Traición y conspiración: Dura enumeración de los antecedentes de Martini . /Por Carolina Cohen

En campaña

La intendenta interina, María Eugenia Martini, se propone ser la candidata del PJ, y ocupar el sillón del Centro Cívico los próximos tres años. Si la revocatoria de mandato de Omar Goye se materializa -vía referéndum- y se llama a elecciones, el nombre de la edil es uno de los analizados por Nación y Provincia. Allegados al suspendido Jefe Comunal la tildan de “traidora”. La estrategia “despegue”, y su tortuosa relación con Silvina García Larraburu. El perfil de Martini, la mandataria interina que dirigirá los próximos meses el destino de la ciudad y que intenta entrar en la historia política de Bariloche. Su obsesión por la imagen y constante apelación a la figura de Evita.

Desde hace varios meses, la compañera de fórmula de Omar Goye optó por tener vuelo propio e intentó despegarse del Gobierno Municipal. Gestos y símbolos de distanciamiento signaron los últimos tiempos de la relación entre el Intendente y la presidenta del Concejo. La primera señal, el acto partidario de reivindicación de la gestión Weretilneck, realizado en Bariloche y sin la presencia del Intendente. En esa oportunidad, el bloque de concejales oficialista en pleno, definió su postura frente a la interna provincial del Frente para la Victoria (FpV), y también transparentó la diferencia de criterios y el distanciamiento del Ejecutivo, al que apuntaba desde hacía meses.
Antes, otro despegue público, preludiaba el resultado de la votación de esos ediles, en la revocatoria de mandato: el respaldo al Proyecto de Ordenanza -de autoría de Lendro Lescano (FSP) y Mauro González (PVC)- que tras su sanción por unanimidad, obligó a Goye a la publicación de las Resoluciones de la Intendencia, herramienta que había vedado. Fue el propio bloque oficialista el que propuso que ese Proyecto sea modificado y, que sean 24 y no 48 horas -como se estableció originalmente- el plazo para la dar transparencia a los actos de Gobierno y al manejo de la cosa pública.
Durante esa misma sesión -del mes de abril-, Martini criticó el accionar de Goye, cuando éste presentó una denuncia penal contra integrantes de la Asociación de Recicladores Bariloche (ARB), luego de que -a modo de protesta por paupérrimas condiciones laborales- los trabajadores de esa organización bloquearan el ingreso al Vertedero. Si bien Martini defendió a Goye, y su gestión al decir que “éste es un Gobierno peronista”, aseveró: “No estoy de acuerdo con la criminalización de la protesta”.
Así, ante la opinión pública, la ex presidenta del Concejo Municipal comenzó a disociarse de la figura de Goye. Puertas adentro, el despegue de todo el bloque era cruento.
¿Una confabulación perfecta con el objetivo de la intendencia en 2015, o simple reacción a los desaciertos de la gestión Goye? Los antecedentes de Martini, inclinan la balanza hacia la primera opción, aunque no desechan la segunda.
El perfil
María Eugenia Martini es licenciada en Trabajo Social, ex delegada del Ministerio de Acción Social de la Nación y, ex secretaria de Acción Social Municipal, durante el interinato de Darío Barriga como Intendente. Perteneciente al riñón del ex ministro de Desarrollo Social de la Provincia, Jorge Vallaza, la actual Intendenta Interina pasó por antagónicos sectores del peronismo, dejando de lado lealtades y compromisos partidarios, por los más puros intereses políticos individuales.
Kirchenerista tardía, como la mayoría de la dirigencia peronista rionegrina, mantuvo estrechos vínculos con el menemismo. Habría sido de la mano de Eduardo Amadeo -funcionario de los ex presidentes Carlos Menem y Eduardo Duhalde- la manera en que Martini logró ser designada al frente de la Delegación del Ministerio de Acción Social de la Nación, según cercanas fuentes a la actual Jefa del Estado Muncipal. Amadeo es actual candidato del PRO y fue el impulsor de la derogación de la ley de subversión económica, que le dio impunidad a los banqueros tras el default.
Martini también militó en el entorno del ex intendente de La Plata, Julio Alak -hoy ministro de Justicia de la Nación- que fue referente del peronismo bonaerense durante la década infame de los '90, y también durante la presidencia de Eduardo Duhalde.
El padre de la intendenta interina de Bariloche, Oscar Martini, fue concejal justicialista durante la misma era de apogeo menemista y continúa su vinculación con Alak. El hermano de la ex presidenta del Deliberante, Luciano Martini, -a través del ex intendente platense y de una suplencia- es hoy senador provincial bonaerense.
Tras la caída en desgracia del menemismo, la Presidenta del Concejo coqueteó con el sector de Alberto Rodríguez Saa, que la vio como referente válida para Bariloche, en los agitados meses de 2001 y 2002.
La consolidación del proyecto kirchnerista, más tarde, la obligó a encolumnarse.
Martini nació en La Plata, en cuna política, pero se crió en la localidad de Bolívar. Casada con un ingeniero electrónico que es vicepresidente del directorio de INVAP, Carlos Ochoa, y madre de tres hijos, a sus 42 años de edad, ocupa provisoriamente el sillón del Palacio Comunal. Oportunidad que podría transformarse en una plataforma electoral para permanecer en el cargo hasta 2015.
Que éso suceda, estará atado a la legitimidad de ejercicio que buscará obtener, a través de su gestión de unos siete meses de longevidad. Así, la mandataria auxiliar intentará sustituir la legimitidad de origen que no ostenta.
Martini reside en Bariloche desde hace 13 años. En el año 2009 fue segunda candidata a Diputada Nacional por Río Negro, acompañando a Oscar Albrieu (ligado a Carlos Soria), pero no logró obtener el cargo. Esa segunda banca en disputa para el Congreso Nacional la obtuvo Hugo Castañón, por la UCR.
Finalmente, Martini secundó a Goye durante la campaña municipal en 2011. En el marco de la interna del PJ, Julio Arrieta -candidato a Intendente de Carlos Soria y Miguel Pichetto-, le había ofrecido el tercer lugar en la lista de concejales. Martini declinó la plebeya propuesta de Arrieta, y optó por ser la primera concejal de Omar Goye. La decisión le valió el recelo del sector “sorista”.
Su vinculación con las escuálidas expresiones de La Cámpora en Bariloche, fue tortuosa. Además, esos problemas terminaron por definir su mala relación con la diputada nacional Silvina García Larraburu. “Traidora y trepadora”, así califican a Martini, militantes del PJ cercanos al riñón de Pichetto.
Una vez que Martini asumió como presidenta del Deliberante, integrantes de La Cámpora de la que era referente -la primera en Bariloche- se habrían quejado por no ser convocados en la toma de decisiones. No obstante, el referente provincial de esa agrupación de juventud política, el legislador del FpV, Martín Doñate, le abrió en las últimas semanas algunas puertas en Nación, a través de las que Martini habría negociado el voto de su bloque de ediles a favor de la revocatoria, a cambio de ser la candidata del PJ para la Intendencia. Es que hasta ese momento, la mandataria no contaba con el sustento político de ninguno de los sectores en disputa a nivel provincial, soristas, albertistas y pichettistas.
Así lo relataba hace meses, un joven “sorista”, que presenció múltiples episodios relacionados con la Intendenta Interina. Aseguró que en La Cámpora, Martini “traicionó para llegar”, pero a Goye, “lo traicionó mucho antes” (hace meses), cuando acompañada por su compañero de bloque, Alejo Ramos Mejía (el consejero de Martini), “habló muy mal de Goye en Buenos Aires, ante funcionarios de Nación”.
ANB: En el ámbito de La Cámpora, ¿se sabía que su objetivo era ser intendenta?
Sorista: Sí, estaba clarísimo. En realidad su objetivo era llegar a la Intendencia en 2011. Incluso todavía guardo un e-mail en el que se la proponía como candidata. Ese era el objetivo de ellos, llegar al Ejecutivo. También lo fue el de Rodrigo Arroyo (ex subsecretario de Promoción Social) y el de Esteban Zambrano (ex subsecretario de Emergencia Social). Lo lograron.
ANB: ¿Cómo es la relación que mantiene con el senador Miguel Pichetto y la diputada nacional Silvina García Larraburu?
Sorista: Con Silvina no se pueden ni ver, mutuamente. A Larraburu no le gusta el conflicto. Y Pichetto la tiene ahí, no la traga.
En rigor, la tirante relación entre ambas referentes peronistas, nació en el ámbito de La Cámpora. Existían dos Cámporas antagónicas. La Cámpora Bariloche, la primera, la oficial, la de “Maru” Martini y la “Nunca Menos”, la que apoyó García Larraburu. Las dos agrupaciones se enfrentaban abiertamente.
La Cámpora de Martini, “había organizado corte de boleta contra Silvina y ella se enteró”, relató el sorista. Además “le hicieron una violenta pintada a Silvina. Siempre se sospechó que fue La Cámpora Bariloche la autora de la agresión, porque días antes, la gente de “Maru” había ido a apretar a Silvina al local (partidario). Entre ellos, el vocero, Rodrigo Arroyo”.
ANB: ¿Qué imagen tienen de Martini los militantes y dirigencia del PJ?
Sorista: “Maru” trató de poner algo en lo territorial cuando estuvo como delegada del Ministerio de Desarrollo Social, aunque no hacía mucho. Y siempre trata de figurar, demasiado. Es que ella piensa que si la ven mucho, pareciera que está realizando muchas cosas. Un constante “robo de cámara”.
La imagen: la obsesión de Martini

Durante el transcurso del mandato de Goye, Martini no se esforzó en ocultar sus ansias de protagonismo e intereses políticos individualistas. Siempre hizo anclaje en la mirada del electorado. Figurar es la clave. No en los reclamos sociales, no en los pedidos del SOYEM, sino en todo acto de carácter positivo para su imagen personal. Sus discursos autoreferenciales, frente a luchadoras de la talla de Estela de Carlotto denotan una sobrevaloración individual y una elevada autoestima política. La creación de eventos institucionales protagonizados por Martini, con débil retórica ideológica, signaron su afán por destacarse y diferenciarse de Goye.
Pese a su aspecto afable, según sus allegados, Martini posee una fuerte personalidad. Incluso, algunos de sus subordinados marcaron que se refiere a ellos en duros términos y que tensa esas relaciones, precisamente por su obsesión con su imagen política.
En su despacho en el Concejo, cuelga de la pared una foto de Eva Duarte de Perón. En sus alocuciones, hace constante referencia a esa figura política y social, pieza fundamental del armado del movimiento político y social más importante del país. Es que en términos de imagen pública y política, Martini apunta alto -con antecedentes y vínculos políticos que no acompañan-, y prescinde del inexcusable uso de una escuadra con escalas.
En los últimos meses, algunos de los anuncios positivos del Gobierno Municipal estuvieron protagonizados por Martini, y la llamativa ausencia de Goye. Cuando ambos asistían, Martini se encargaba (vía llamados telefónicos) de que su nombre se vea destacado en las gacetillas de la prensa oficial.
En los meses siguientes, quedará claro si la Intendenta interina prioriza una estrategia de comunicación e imagen, o la estructuración de un plan político, de acumulación de poder, a través de acciones modificatorias de la realidad social, búsqueda de consenso y apertura de puertas a los diferentes sectores de la ciudad.
Lo sensato sería dejar de lado los personalismos, protagonismos y posicionamientos personales, dando paso a la construcción conjunta interinstitucional e intersocial.
La estrategia de mostrarse sólo en los actos de Gobierno “positivos” (Ejecutivo y Legislativo), está desgastada y no resulta eficaz. Exponerse a los conflictos y sus resoluciones, construye poder y legitimidad de gestión.
Cuando promediaba el mes de diciembre de 2011, Goye se enfrentó al primer reclamo salarial por parte del SOYEM. El jefe comunal apechugó la concentración, en la que recibió gritos e insultos. En pleno conflicto entre el gremio de los empleados municipales y el Intendente -a 13 días de la asunción del Gobierno-, Martini se atrincheró en su despacho, con uno de sus estrechos colaboradores. Alarmada por conocer que Goye estaba recibiendo improperios y que los ánimos estaban caldeados, se negó a bajar para asistir en la situación. Envió a colaborador para que le informe cuáles eran las circunstancias y permaneció en su oficina.
Gobierno sustituto entre almohadones
Para la transición, Martini cuenta con prebendas y prerrogativas cruciales. En primera instancia, el respaldo institucional, político y económico de Provincia y Nación. Es que la determinación del Gobierno central y el acatamiento del Provincial para que Goye no culmine su mandato, derivará en apoyo para que la opinión pública note una importante diferencia entre la gestión Goye, y el interinato Martini. Lo que podría haber sido -el referéndum- una “elección” sin el “aparato partidario”, se transformó en “comicios” con una importante estructura de sustento. Sumado a los desaciertos de la administración Goye, el veredicto popular parece no tener opción.
Si la Intendenta suplente cumple con las disposiciones de los altos funcionarios nacionales y provinciales, aparta los personalismos y gestiona, podrá demostrar que en meses es factible hacer mucho más de lo que hizo Goye en poco más de un año. O al menos, no cometer los mismos errores.
Es clave que Martini aporte sensatez a la gestión y no repita la tendencia de su antecesor a encerrarse entre personajes anexos, que nada conocen de los límites entre lo público y lo privado.
Los próximos meses -previos al referéndum- serán cruciales para marcar las diferencias entre ambos mandatos, y empujar el resultado -el fin de Goye- de la consulta popular. Así, Martini daría forma definitiva a su carrera por la candidatura del PJ.
En segundo lugar, la actual mandataria interina, cuenta con el conocimiento acabado de la realidad social de Bariloche (organizaciones sociales, ARB, Juntas Vecinales, CAATS, además de los organismos municipales de acción social), por haber ejercido trabajo social de territorio. Ese “know how” que le otorgó haber ejercido trabajo de campo, también conlleva relaciones previas en el entramado social que, a priori, resultan beneficiosas. Ambos puntos con los que Goye nunca contó o no supo retener.
“Desconozco cuál es el reclamo de quienes cortan las rutas. Están incluidos en el plan Argentina Trabaja y cobran un subsidio mensual, con aportes y obra social”, había manifestado Martini a ANB cuando transcurría el mes de julio, haciendo anclaje en la demagogia punitiva. Se refería a integrantes de la Cooperativa 1 de Mayo, quienes a modo de protesta y en reclamo de fuentes laborales, comida y leña para calefaccionar -tras el fracaso del plan calor- cortaron calles y rutas.
Así, lo que fue (y es) un desliz ideológico de la licenciada en Trabajo Social, y su concepto de cuál debe ser la asistencia del Estado, la defensa de derechos vulnerados y la valorización del reclamo, se transformó a la luz de los hechos del pasado 20 de diciembre, en un acierto político.
Después de los saqueos del 20 D, las primeras declaraciones públicas de Martini repartieron culpas, incluyéndose en esa distribución de responsabilidades. “El Gobierno de la Provincia, el Intendente y yo como presidenta del Concejo, debemos hacernos cargo de la responsabilidad de los hechos”, enfatizó y agregó: “Tenemos que hacer la autocrítica de que algo mal hemos hecho”. En esa línea, sostuvo: “Creo que las culpas son compartidas. Acá hay que recordar que hay un proceso de abandono de Bariloche claramente, en comparación con el Valle y Viedma. Si uno ve la inversión en dinero, por ejemplo en Educación, Bariloche ha salido desfavorecida por el gobierno provincial", cuestionó. Y continuó criticando al Gobierno Provincial, en defensa de Goye: “El Intendente informó sobre rumores que el tenía que podía suceder, habló con diferentes funcionarios provinciales. Evidentemente no se accionó de modo preventivo”. Y profundizó su protección al ex jefe comunal: “El Intendente volvió a Bariloche antes de lo programado, estaba firmando convenios”, sostuvo.
En ese momento, Martini no había percibido que la caída de Goye, finalmente, la acercaría a lograr, mucho antes de lo esperado, lo que el pasado viernes en el programa radial “Una Vuelta Rionegrina”, admitió: “El sueño de todo dirigente, es ser Intendente de su ciudad, es el máximo logro”, reconoció. Si bien explicó que esa posibilidad hoy no era una “prioridad”, transparentó sus antiguas intenciones, y franqueó su beneplácito por la suspensión de Goye.
Meses antes, Martini también apuntaba contra la Provincia. Manifestó a ANB que acompañaba "fuertemente" al Gobierno Municipal y advirtió que “la Provincia tiene que poner la mirada en transferir recursos, no sólo en la presencia”.
Ahora las piezas políticas se reacomodan y el “albertismo” es el sector más cercano a Martini durante su interinato.
En la práctica, en la puja del FpV provincial, Weretilneck se llevó puesto un intendente “pichettista”, con la colaboración del propio senador.
Durante los alegatos de los ediles para la revocatoria de mandato de Omar Goye, Martini centró su alocución en la política social. Reveló -refiriéndose a sí misma en tercera persona- que fue ella quien había propuesto a Gabriela Letón y su equipo para el área social.
“Con la cuestión social no se jode. Hay que ser muy serios, transparentes, honestos. Con esto no se juega. No hay que dejar de lado al Desarrollo Social. Querer responsabilizar a otros actores, querer buscar permanentes culpas afuera, es lo peor que un dirigente puede cometer”, dijo Martini -de manera tardía-, en alusión al accionar de Goye y para justificar su impulso a la revocatoria de mandato.
Pero el archivo, vuelve a jugarle una mala pasada a la Intendenta interina. Cuando Letón y su equipo ya habían sido forzados a renunciar -a inicios del mes de julio-, Martini defendía la política social de Goye, responsabilizando a la administración Cascón. La deuda que mantiene el Municipio en materia de programas sociales y que asciende a unos 730 mil pesos, “corresponde a la gestión anterior”, es decir, “a los 55 millones de pesos, de déficit que heredamos”, precisó Martini. Detalló en esa linea, que cuando la gestión Goye asumió, ya “se adeudaban 4 o 5 meses” de programas sociales.
La conspiración
Lo cierto es que el moribundo gobierno de Goye, recibió el último golpe de su propia criatura. “Sabíamos que Martini era nuestra peor enemiga”, confiaron a ANB fuentes allegadas al suspendido Jefe Comunal.
Desde que asumió como presidenta del Concejo, Martini planeó cuidadosamente sus pasos y se sobreexpuso mediáticamente en gestiones que le correspondían al Ejecutivo. Incluso esa puja interna, produjo recelos entre los encargados de prensa e imagen de ambos peronistas.
El ocaso de Goye, no sólo recibió el último empujón por parte de los concejales oficialistas -y especialmente por parte de Martini- sino que durante meses, los ediles analizaron desligarse del Gobierno y su estrepitosa caída, aunque nunca imaginaron que se llegaría a la revocatoria del mandato. Sin la orden de la presidenta de la Nación, y su ejecución por parte de Pichetto y Weretilneck en persona, el Concejo no habría avanzado en remover de su cargo al Jefe Comunal.
Las condiciones estaban dadas, y como Martini no da puntada sin hilo, habría negociado el voto positivo de su bloque a favor de la revocatoria, a cambio de su candidatura a la intendencia por el PJ. Resta saber si ese traspaso de favores fue definitivo, o sólo pudo obtener ser considerada como una de los posibles postulantes, con un destino sujeto a su gestión interina.
Hoy Martini se asesora con ex funcionarios de Goye (del primer gabinete) con Alejo (Ramos Mejía), está cercana al legislador Martín Doñate, y también tiene relación con Luis Berros, el director de Juventud de la Provincia.
La posible venganza de Goye queda en manos de otra mujer, Daniela Núñez. La presidenta del Tribunal de Contralor y los otros dos integrantes del cuerpo -de escaso protagonismo e iniciativa investigadora-, serán los encargados de marcar los pasos de Martini durante el interinato. Un caso similar al del ex Intendente Marcelo Cascón y el Contralor que vigiló su administración.
El actual cuerpo, presidido por Núñez, respetó al pie de la letra la ley del silencio e incluso dio escaso crédito a las denuncias de la prensa. Su complacencia con el Ejecutivo, logró desligarlo a Goye -hasta el momento- de la causa por venta irregular de cartelería en la vía pública. Se verá si Núñez continúa su lealtad o se alinea con la estructura de la suplente Intendencia.
El hecho de que Martini designe a funcionarios de Goye en su Gabinete, denota que la Intendenta auxiliar está atada a honrar compromisos políticos, pero también apunta a ostentar poder tentacular. En consonancia con eso, y según fuentes allegadas a Martini, la mandataria (y sus cortesanos) le habría propuesto al ex concejal Hugo Cejas (SUR), la primera línea de la cartera de Hacienda.
Durante los próximos meses, se analizará la ductilidad ejecutiva de Martini, en un marco que un estrecho colaborador de Goye definió de manera tajante: “Tenemos un Gobernador que no votamos, una Intendenta que no votamos, y un presidente del Concejo que no elegimos”.
Carolina Cohen

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